Yo solía escribir más, con más frecuencia; solía detenerme a verter mis sentimientos, pensamientos, expresando en palabras escritas cada fin de cada día…

Hoy, note que de pronto olvidé, que el vacío  la soledad, las penas y los miedos, se vencen o compensan con nuevas ilusiones, grandes deseos y firmes esperanzas.  Agote mis días con esfuerzo físico en mis largas caminatas, llene mi cerebro de ideas, estrategias, argumentos…para llegar a entender que igual hubiera dado vueltas y vueltas alrededor de una plaza que, detenerme cómoda y solitaria, en una de esas tantas bancas, ubicadas frente a nuestro más cercano mar y contemplar su fuerza serena o agitada, que buscando razones o queriendo  encontrarlas. 

Solo las sin razones devuelven el sentido a lo que acontece sin control.

Jajá, leo esto que escribo y pienso que yo sola lo entiendo porque, sola sé del motivo que la motiva. Sin embargo si comparo, mi vida y las circunstancias de la misma, se repite una y otra vez en mujeres y madres como yo, que al cabo de tanto y tanto, solas a la banca frente al mar debiéramos sentarnos a pensar en cómo, retomar nuestra tarea de volver a empezar.

Sonrío al final pues como un juego, advierto que la madurez me hace disfrutar del agridulce vivir y sometida al cambio…espero

Caridad

Diciembre 2012 casi 2013