Como a través de los años, la madurez ayuda a superar las penas. Hoy siento una pena profunda porque mas de medio siglo intenso de un gran sentimiento quedo como en la era de hielo...congelado.
Muy a pesar de lo duro que resulta reconocer que la responsabilidad de todo lo que hacemos deberá ser compartida, la tendencia a culpar nos gana siempre. Creo que con eso, buscamos aminorar el dolor, buscamos protección bajo un escudo creado. A mas dolor, mas firmeza, a mas culpas menos dudas.
Cuando el lenguaje ya no ayuda ni fortalece el amor, la distancia sera el mejor paliativo, la medicina precisa para curar. Curar heridas y cobardías.
Hoy, mas serena, como debería estar cada día, regreso a casa para plasmar en blanco y negro mi profunda desvalia. Pero a pesar de los pesares como suelo repetir, retomo riendas, caminos y realidades...vuelvo a comenzar de cero y volver a caminar al todo.
Ya, mi mente mas clara y decidida, ya mi corazón, en fase de esperanza, acelera el torrente que hace que mis venas llenen de oxigeno mi alma en pena. Vuelvo a empezar de cero en la partida.
Como disfruto escribiendo, cada frase que viene al pensamiento, cada oleaje refrescante que mejora mi mente. Encontré una vía no de escape, sino de deleite al sentir que es mi alma y mi espíritu en comunión y goce a través de este muy propio lenguaje que me permite salir y entrar, subir, bajar, danzar, volar, hacia una verdadera libertad.
Gracias a Dios, gracias a aquellos que a lo largo de esta via, agregaron leña al fuego, acunaron mis afectos, agitaron esos vientos. Gracias por todo y cada uno de los mas bellos detalles.
Logre al fin organizar pensamientos, sentimientos, consentimientos. Logre al fin, darle un justo valor a quien me hizo como quiso.
Hoy cumple años un buen amigo, también el hijo de otro gran amigo. Cuando los sentimientos son buenos, son buenos los recuerdos...
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